El 19 de Mayo se celebra el Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal.
El término "Enfermedad intestinal inflamatoria" es un término que se refiere a diversos trastornos inflamatorios de los tejidos del tracto digestivo por tiempo prolongado, es decir, de carácter crónico.
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) engloba dos patologías, la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, las dos se caracterizan por ser enfermedades del intestino esencialmente, inflamatorias y crónicas, que evolucionan en brotes (fases activas) y periodos de remisión (fases inactivas).
Si bien ambas se caracterizan por alterar la capacidad del organismo para digerir los alimentos y absorber los nutrientes, siendo los síntomas mas frecuentes diarrea, sangre en las heces, cansancio, dolor abdominal, pérdida de apetito, pérdida de peso y fiebre, la diferencia entre ambas patologías radica en que la colitis ulcerosa se caracteriza por lesiones inflamatorias crónicas en la pared del intestino grueso (colon), mientras que la enfermedad de Crohn puede aparecer en cualquier parte del aparato digestivo (desde la boca hasta el ano).
Cuando existen dudas de cual de estas dos enfermedades provoca la inflamación, se usa el término colitis indeterminada.
La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa son patologías crónicas sin un tratamiento definitivo, es decir, no curativo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la evolución de estas patologías puede variar en función de los tratamientos que se administren y en cómo responde el paciente a los mismos.
Siendo negativa la respuesta al tratamiento, y agotadas las vías terapéuticas, estas patologías pueden causar efectos incapacitantes condicionando su quehacer diario y provocando un marcado deterioro de la calidad de vida relacionada con la salud. Por ejemplo, además de las limitaciones propias de esta enfermedad, la anemia producida por la deficiencia en la absorción de los nutrientes, es una de las consecuencias más comunes de la enfermedad inflamatoria intestinal lo que provoca un cuadro clínico agravado, y un aumento en el padecimiento de limitaciones, por síntomas como debilidad, cansancio, irritabilidad, falta de concentración, cefalea, intolerancia al ejercicio o incluso clínica de insuficiencia cardíaca en los casos más graves. Todo ello conlleva una significativa afectación en la condición física, las funciones cognitivas y la calidad de vida. A su vez, el hecho que la enfermedad tenga períodos de remisión y actividad genera estrés en el paciente, lo que compromete la adherencia al tratamiento y a las recomendaciones dadas por el equipo de salud, aumentando en consecuencia el riesgo de recaída y empeorando la calidad de vida.
En conclusión, en los casos de EII, la calidad de vida se ve afectada significativamente, en especial durante los períodos de crisis, aumentando su compromiso de acuerdo a la severidad de la enfermedad.
El deterioro de la calidad de vida de los pacientes con EII es consecuencia de la cronicidad de la enfermedad, la imposibilidad de predecir su evolución, la severidad de sus crisis, la necesidad de hospitalizaciones y cirugía y la posibilidad de eventos adversos a los fármacos utilizados para su tratamiento.
INCAPACIDAD PERMANENTE
En caso de brote de la enfermedad, la prestación que corresponde es la incapacidad temporal o baja laboral, sin embargo, cuando dicha baja médica se extiende por un largo período o es recurrente en el tiempo el trabajador debe valorar la posibilidad de instar a una incapacidad permanente, es decir, es muy importante evaluar el grado de invalidez que se tiene derecho, la actividad laboral que se desempeña y las limitaciones que la patología produce en el trabajador, ya que puede provocar un grado de incapacidad permanente total para su trabajo habitual, máxime si este precisa la realización de sobreesfuerzos físicos, como una incapacidad permanente absoluta para todo tipo de trabajo, todo dependiendo de la gravedad de la patología, de la frecuencia de las crisis, entre otras cuestiones a valorar por un equipo médico.
Nuestro centro médico jurídico cuenta con la posibilidad de realizar una valoración médica telemática o presencial a fin de poder conocer si cumple con los requisitos técnicos y médicos para reclamar una pensión por incapacidad permanente y conocer el grado al cual tiene derecho.
Si padece de una enfermedad inflamatoria intestinal y desea recibir asesoramiento gratuito o tiene alguna consulta puede contactar con nuestro centro de lunes a viernes, de 9 a 14hs, a través de las líneas telefónicas 933 800 100 o 910 376 935