Estuvo cuidando a su esposa enferma de cáncer. Una juez de Barcelona ha entendido esta situación como causa más que justificada para que un monitor deportivo que no podía ejercer su profesión debido a su enfermedad dejase de cotizar durante 18 meses, por lo que condena al INSS a pagarle una pensión vitalicia por incapacidad permanente en grado de total.
Así de contundente ha sido la sentencia del Juzgado de lo Social Número 19 de Barcelona, que ha estimado el recurso presentado por los profesionales de Tribunal Médico, representantes legales de FVR, un monitor deportivo de 47 años que además de fibromialgia sufre una limitación funcional en la columna vertebral y fuertes dolores en las cervicales, agravadas tras un accidente de tráfico.
Las patologías que presenta el demandante le impiden desarrollar su trabajo como monitor deportivo. Aún así, y pese a quedar acreditadas en el proceso judicial, el INSS consideró que no había cotizado el tiempo suficiente que indica la normativa y le denegó la solicitud de incapacidad.
Los profesionales de Tribunal Médico acreditaron que el demandante estuvo 18 meses sin cotizar en la Seguridad Social y sin buscar empleo debido a que en octubre de 2013 tuvo que dejar su profesión para cuidar a su esposa enferma de cáncer de tiroides con metástasis. Posteriormente, en febrero de 2015 fallecía su padre. Cuando fue consciente del lapsus, volvió a inscribirse como demandante de empleo en el Servei d’Ocupació de Catalunya en abril de 2015.
En este sentido, la sentencia remarca que "no se puede considerar que el demandante tuviera la 'voluntad' de apartarse del sistema de la Seguridad Social” durante el tiempo que estuvo sin cotizar ni estar inscrito como demandante de empleo ya que coincidió con la enfermedad de su esposa. Su señoría indica, incluso, que estas tragedias provocaron una “reagudización” de su patología, causándole, además, un déficit de atención y concentración. Por eso estima la pretensión del demandante y establece que FVR no puede trabajar de monitor deportivo por las graves lesiones que sufre y condena al INSS a pagarle una pensión vitalicia.
