La trabajadora, representada por nuestros profesionales, padece de Fibromialgia grave (en grado de 18/18 puntos gatillo) y Síndrome de Fatiga Crónica (en grado III/IV).
La Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica grave son dos trastornos que afectan significativamente la calidad de vida de quienes los padecen y pueden tener un impacto profundo en la capacidad para realizar tareas cotidianas y laborales.
Por una parte, la fibromialgia es un trastorno caracterizado por dolor músculo-esquelético generalizado acompañado de fatiga, trastornos del sueño, y dificultades cognitivas (conocido como "niebla mental"). Aunque su causa exacta aún no se comprende completamente, se cree que está relacionada con un mal funcionamiento del sistema nervioso central, que aumenta la percepción del dolor.
Por otra parte, el Síndrome de Fatiga Crónica, es un trastorno que se manifiesta principalmente por una fatiga extrema que no mejora con el descanso. A menudo, esta fatiga se asocia con dolores musculares y articulares, trastornos cognitivos, problemas de memoria, y alteraciones del sueño. El SFC puede empeorar con la actividad física o mental, lo que hace que las personas afectadas experimenten un "empeoramiento post-esfuerzo" (PEM), una exacerbación de los síntomas después de realizar esfuerzos que normalmente serían tolerables.
Cuando ambos trastornos se presentan de manera grave, como es el caso que nuestros profesionales han llevado a juicio, previa valoración del caso, pueden dar lugar a una incapacidad permanente, lo que implica que la persona no puede desempeñar actividades laborales o incluso funciones cotidianas debido a los síntomas debilitantes.
Además de estas dos patologías, la trabajadora padece de poliartrosis generalizada con limitación funcional con necesidad de asistencia (dependencia grado II).
Es claro en este caso que el conjunto de lesiones y limitaciones le impiden a la trabajadora desarrollar cualquier actividad con un mínimo de profesionalidad y constancia, teniendo derecho a la incapacidad permanente absoluta.
Habiendo llevado el caso a los Juzgados de lo Social de Barcelona, el juez, inicialmente, sentenció darle la razón al INSS y no declarar a la trabajadora en ningún grado de incapacidad permanente. No conforme con ello, nuestros profesionales, han elevado el caso al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, mediante recurso de suplicación, para que se juzgue nuevamente y se dicte una sentencia conforme los derechos de la trabajadora.
Finalmente, los magistrados del Alto Tribunal han dictado sentencia y han declarado a nuestra cliente en situación de incapacidad permanente absoluta, desestimando la defensa del INSS y la sentencia del Juzgado de lo Social, dando la razón a nuestros profesionales.
Es importante destacar que el proceso de obtener una incapacidad permanente puede ser complejo. Sin embargo, quienes sufren de estas condiciones graves a menudo se enfrentan a desafíos significativos para mantener un empleo, y la incapacidad permanente puede ser una medida necesaria para su bienestar a largo plazo.
Quienes deseen saber si tienen derecho a una incapacidad permanente pueden realizar un estudio exhaustivo de sus derechos en materia de incapacidad permanente con nuestros profesionales.
